En el sur de Latinoamérica, sobre todo en Paraguay y en el norte de Argentina existe la leyenda de una especie de duende al que llaman “Pombero” o “Pomberito”
Según cuentan este duende si uno quiere tenerlo de “Amigo” tiene que ofrendarle tabaco, miel o caña por las noches. Si se quiere se le puede pedir por una buena cosecha, trabajo o para encargarle que cuide sus animales. Después de pedirle algún favor nunca se debe olvidar de hacerle la misma ofrenda durante 30 días porque si no despertarán su furia haciendo que comience a provocar maldades a la persona.
Apenas un roce de la piel con sus manos peludas produce que la persona enmudezca o quede aturdida o bien experimente temblores durante toda su vida.
El Pombero puede adoptar formas de otros animales para pasar desapercibido o bien inducir a los cazadores o pescadores a perderse en el bosque ya que su función primordial es proteger los animales y árboles del monte, si algún cazador mata muchos animales o un leñador tala muchos árboles es probable que enfurezca.
Tiene fama de acechar a las mujeres, sobre todo aquellas que no fueron bautizadas, y hasta según dicen es capaz de violarlas y preñarlas con solo apoyar el dedo en su vientre.
Su aspecto es el de un enano robusto, cubierto de vello, con brazos largos que tocan el suelo, manos y pies desproporcionadamente grandes y estos últimos se dice que están al revés para confundir las huellas. Usa un gran sombrero de paja, anda desnudo pero su gran barba le cubre su pequeño cuerpo casi en su totalidad.
El Pombero was originally published on Yo quiero creer
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