10 de septiembre de 2004

tengo ganas de cambiar la optica del Libro del dolor, por algo un poco mas gentil
este seria un nuevo capitulo
se viene la primavera, donde todo lo muerto renace, incluido el amor:

Existio alguna vez, dicen que lo vieron cruzar los campos del norte, donde el sol es compañero de las plantas fuertes...
donde la arena es dueña de las almas y las manos viejas
los perros chiquitos y los changos son uno solo, los arroyitos salados y debiles y mugrientos, las piedras
duras y porfiadas, jamas van dejar que alguien se instale comodamente en su territorio.
lo vieron las viejas maestras de canto, de lejitos haciendo muecas con sus brazos,las cantoras de elegias y letanias amarillas del tiempo; ellas, que aprendieron escuchando arboles, de canto azul a media voz , como un canto de abuelo o de guerrera, ellas aprendieron escuchando arroyos, dueños de las antiguas chacareras, las lluvias que traian el alboroto y la paz
ellas lo saben por los animales y por el monte, que tiene su propio sonido, dulce y duro...

Ellas supieron que el era su maestro, distinto a los maestros que vienen de los pueblos , enseñando marchas cuadradas que nadie quiere, se alborotaba la plaza de palomas cuando el pasaba, casi como una sombra, en las tardecitas de calor
tenia un libro azul en su mano, lentes finos y un sombrero negro le ocultaba el rostro , casi nadie lo pudo conocer
Su paso en las ciudades viejas era muy breve, apenas se detenia y los pinos se llenaban de nuevas armonias
las plumas cantoras eran sus alumnos mejores, fue un coro legendario y caotico, cantante del amanecer
los perros le hacian los bajos...
Si tu apuro no fuera tan gris!!., si no caminaras en la vereda tan rapido, solo preocupado por tus bolsas y tu alimento!!...Tal vez lo verias, arrodillado, en el pasto, en un tunel de cantos y arboles...

Melodias amarillas para los pajaros del norte, alegrias chicas, vinos y sombra, poesia dulce y rezadora
melodias nocturnas para el territorio de la zamba, azules y palidas, un sendero obscuro de arboles negros
y mujeres ausentes...
Melodias circulares para el rio, arabes y españolas, mezcladas con las viejas y pequeñas, melodia de pez escurridizo y respeto al leon dormido

Melodias metalicas para la gran provincia, plumas de acero y humo, gritos y martillos, flores y vidrio...
Melodias de soledad para las plumas pensantes del desierto frio, los grandes pajaros, los reyes de la altura y del mar, canciones con mensajes de la tierra, la reina madre, el sol que no duerme, canciones de los lagos y los arboles toscos...

Creo sentirlo las mañanas de desvelo, el ruido del tren y los silos y las fabricas tapan la llegada del solcito, los pocos gorriones que aun viven bajan cautelosos al asfalto a piarlo y cantarle en la cara
como se le hace a los irrespetuosos...
La cantante de vidalas y de rezos, ella que canta todos sus años, todo el dia, al salir de su escondrijo, al poner su sombrero verde, lo ve pasar como un aire, escucha y canta.

Ojala no te apures
ni te resistas
ni te duermas
sin haber conocido
al maestro de los pajaros...

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